Hace muchos muchos años se les daba a los niños vino quinado para abrir el apetito, algo que hoy en día nos parece inimaginable pero que dejó huella en toda una generación de españoles.
Empecemos por decir qué es el vino quinado. Se trata de un vino en el que predomina el gusto y el aroma de la quina. La quina es una sustancia que se extrae del árbol del mismo nombre (cinchona officinalis es su nombre científico) y que se utiliza como medicamento por sus propiedades relajantes, antipiréticas, antimalaria y analgésicas.
El uso quinina, uno de los alcaloides que contiene la quina, es muy habitual en el agua tónica, también llamada ‘agua quina’ y que no contiene alcohol. A finales del siglo XIX se utilizaba en forma carbonatada como medicamento contra la malaria. Es famosa por ser uno de los dos ingredientes básicos del gin tonic (el otro es la ginebra, por supuesto).
Por otra parte, el vino quinado sí contiene graduación alcohólica, es de color muy oscuro, dulce y untuoso. Durante los años 60 estos vinos fueron muy populares en España y se llegaron a publicitar como un producto dirigido a menores. Hubo varias marcas de quina muy conocidas, pero la que más se popularizó fue ‘Quina San Clemente’. En sus anuncios se recomendaba dar este vino a los niños como parte de una dieta sana y se llegó al extremo de la creación de un dibujo animado llamado Kinito que tenía poderes sobrenaturales (al estilo Popeye) cuando tomaba un trago de quina.
Toda una generación de niños se criaron viendo los anuncios de Kinito, un niño que hablaba de lo bueno que era el vino ‘San Clemente’ y que daba «unas ganas de comerrrr», algo que recuerdan hoy en día en España todos aquellos que tienen hoy más de 50 años.
Lo cierto es que Kinito se convirtió en uno de los personajes más populares de la televisión del momento. Se crearon viñetas en las que se podía ver como Kinito lograba una fuerza sobrenatural tomando un poco de Quina San Clemente. El mismísimo F. Ibañez, dibujante de Mortadelo y Filemón, fue el encargado de dibujar estas historietas infantiles.
Pero la vida de Kinito en televisión terminó de un plumazo cuando se le aplicó desde el Ministerio de la Gobernación la Ley de Peligrosidad Social. Hoy en día el personaje sigue existiendo, pero sólo en las botellas de Quina que elabora Bodegas Málaga Virgen.
Y ustedes, ¿creen posible algo así hoy en día? Ahora parecería surrealista dar vino a los niños desde pequeños, aunque en una época fue algo bastante habitual.
Artículos relacionados
