Seguro que en más de una ocasión has escuchado que un vino se ha elaborado de una viña vieja o de uvas de viñedos jóvenes. Como todo ser viviente su ciclo de vida pasa por la juventud y vigorosidad hasta la vejez. Nosotros te vamos a hablar de la vida de la viña y qué le puede aportar cada etapa al vino resultante.
El cuidado de la viña es una parte fundamental en el proceso de elaboración del vino. La vid tiene una media de vida de unos 50 años, aunque algunas viñas llegan a centenarias. Cuanto más envejece la planta, menos uva produce pero el vino resultante es mejor.
En los tres primeros años de vida, la vid se desarrolla pero las uvas no sirven para hacer vino. Cuando la planta tiene entre 10 y 30 años, está en su plenitud y produce grandes cantidades de uva. Pasado este tiempo la producción empieza a bajar y concentra más el mosto en sus frutos.
Podemos pues dividir la edad de la viña en:
1. Crecimiento. Durante los tres primeros años de vida los viticultores realizan diferentes tareas para la formación de las cepas, tales como la poda. La uva que dan no suele ser de muy buena calidad y suele ser a partir de los tres años cuando se empieza a utilizar para hacer vino.
2. Desarrollo. En los siguientes 7 a 10 años poco a poco la viña va produciendo más uva y de mejor calidad.
3. Plenitud. Se trata del período que va de los 10 a los 30 años, algunos hasta los 40. Se trata de la mejor etapa productiva de la vid y la calidad de la uva sigue aumentando. Para conseguir que la producción se alargue en el tiempo es importante no agotar a las cepas, pues aceleran la vejez. Por eso es tan importante la poda y el cuidado de la vid.
4. Vejez. Puesto que la vejez también es sabiduría, podríamos decir que en esta etapa se concentran todos los conocimientos que ha adquirido la planta para realizar unos frutos de más calidad, con el mosto más concentrado, pero con menos producción. Se ha de realizar un cuidado exhaustivo y minucioso de las cepas viejas para alargar su vida lo máximo que se pueda. De esta manera encontramos algunas cepas de más de 100 años.
No existen demasiadas cepas viejas en Europa, debido a que a finales del siglo XIX una plaga americana conocida como filoxera atacó los viñedos europeos, lo que produjo una severa crisis en el sector vitivinícola. En España entró por Oporto, Málaga y Girona. Más tarde se descubrió que las vides americanas eran resistentes a estos parásitos, por lo que en la actualidad las cepas europeas se plantan en porta injertos.
La noticia se ha realizado con información de:
– ‘El vino no tiene misterio’, OphélieNeiman.
– ‘La edad de las cepas’, artículo de Jesús Sesé y EstanislauDalmau, en http://enate.es/enaesp/actividades/revistas/enateca38/Viticultura.pdf
Artículos relacionados
