Aquí les hemos contado cuál es la manera tradicional de elaborar el vino tinto, pero hoy en día existen bodegas que experimentan con elaboraciones diferentes, ¿quieres conocer estos vinos tan distintos? Acompáñanos.
1. Vino submarino. El proceso trata de envejecer los vinos en el fondo del mar. El vino, ya embotellado, se sumerge y tiene características diferentes gracias a que el entorno es muy distinto y le afectan las mareas, la presión bajo el agua, la luna, etcétera. Además, en el fondo marino apenas penetra la luz solar y la temperatura del agua varía poco durante todo el año. Existe una bodega en el mar Cantábrico que se dedica a ello e incluso ofrece visitas guiadas (http://www.underwaterwine.com/).
2. Vino hecho con el calendario cósmico. Trata de aprovechar la influencia de la luna y de las estrellas para conseguir aromas y sabores específicos. Se utiliza este calendario, también llamado reloj cósmico, para ayudar a planificar los trabajos y aprovechar las mejores configuraciones cósmicas. De esta manera se conocen las posiciones de los astros, los planetas y las estrellas. Una bodega en Valdepeñas lleva este proceso de elaboración a rajatabla (http://labodegadelasestrellas.com/).
3. Cava ahumado. La bodega catalana Rimarts elabora el que posiblemente sea el único cava ahumado del mundo. Se llama ‘Rosae’ y se realiza con la variedad de uva Pinot Noir. En su confección también participa Carpier, un elaborador de salmón ahumado. El ahumado del salmón se realiza mediante la quema de piñas de piñones. Posteriormente el humo se enfría y se traslada a una barrica para que se impregne. A ésta se le añade el vino base para elaborar el cava (http://www.rimarts.net/es/cavas/rosae/).
4. Vino hecho a la antigua usanza. La búsqueda de algunas bodegas por hacer cosas nuevas las lleva a regresar a los orígenes. Desde hace muchos años que para realizar la crianza del vino se utilizan barricas y cubas de acero inoxidable, en lugar de tinajas de barro como se hacía hasta la década de los treinta del siglo XX. Sin embargo, hay quienes consideran que el barro otorga al vino características especiales debido al tipo de oxigenación que permite, además de que con este material se logran vinos más frutales, sin el aporte aromático y de sabor de la madera. Una bodega valenciana que utiliza este método es Celler del Roure (http://www.cellerdelroure.es/).
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