Este año la esperada cata armonizada de la D.O. Catalunya contó con la presencia del chef gallego Kike Piñeiro. Anton Castellà, secretario de la denominación, hizo la presentación de la cata, que contó con la presencia de la sumiller Clara Dalmau y de José Luis Murcia por parte de ‘Enofusión 2017’. En resumen, una gran muestra de armonía entre cocina atlántica y vinos mediterráneos.
Empezamos con ‘El Equilibrista Blanco 2014’, elaborado por la bodega Ca n’ Estruc de Esparraguera. 100% xarel lo, fermentado y criado durante seis meses en barricas de roble francés. A la vista se presenta con un tono amarillo ligeramente dorado; en nariz un vino en el que destacan flores, hierba fresca y notas anisadas; en boca es glicérico, muy fresco, con gran capacidad de guarda. La propuesta de maridaje fue con ‘millo e croques’, en otras palabras, empanada de maíz y berberechos al estilo de la ría de Arousa. El punto salino del vino y la estructura aportada por la barrica armonizó a la perfección con la salinidad del berberecho y la densidad del maíz en boca.
Posteriormente catamos ‘Quika 2015’ elaborado en el municipio de Hostalets de Pierola (Bodega Can Grau Vell). Un rosado de garnacha, con 5 meses de crianza en barricas de roble francés. La propuesta de maridaje fue: vieira con mantequilla de algas y vegetales de costa, magnífico plato que enamoró a los asistentes. En nariz el vino es delicado, con recuerdos de infusión de manzanilla, anís e hinojo; en boca es fresco, voluminoso, frutoso, con cierta largura. La armonía fue muy afortunada porque la untuosidad de la vieira cazó perfectamente con la frescura del vino, pero también con su profundidad y carnosidad, con una barrica muy bien integrada.
Luego probamos ‘De Casta 2016’, ‘coupage’ de garnacha, mazuelo, syrah y tempranillo. Un rosado joven cuya armonía se propuso con un tartar de robalo con erizo de mar. Una vino con nariz de fruta roja, cereza y piruleta; en boca muy glicérico y goloso, pero ligero, no muy alcohólico, perfecto para acompañar unas tapas potentes. El maridaje, en nuestra opinión, fue menos afortunado que los anteriores porque la acusada salinidad del tartar no logró armonizar con un vino tan goloso; se trató de un maridaje por contraste que, en nuestra opinión, no fue tan redondo como los anteriores.
El siguiente vino fue ‘Mestre Vilavell 2012’ de Bodegas Puiggròs. 100% Sumoll con 12 meses en barricas de roble francés. Un tinto que se propuso maridar con ‘Luras de Cortello’ (oreja). Un vino que en nariz es balsámico y especiado, con una boca de cuerpo medio, frescura y tanino presente pero amable. En cuanto a la armonía resultó muy interesante, porque aquí el contraste fue oportuno, es decir, que la acidez del vino limpió la grasa y el pimentón picante que llevaba la oreja de cerdo; al mismo tiempo el carácter especiado del vino no opacó al plato sino que pudo acompañarlo y al mismo tiempo dejar en boca una sensación más limpia.
Por último catamos ‘Marina de Vallformosa’, mezcla de xarel lo, parellada y muscat. Un vino blanco de aguja de fermentación natural. El maridaje propuesto fue ‘escuma de mazán con xeado de canela’ (espuma de manzana asada con helado de canela). En nariz un floral y salino; en boca se nota el carbónico muy integrado, frescura y dulcedumbre bastante ligera. El maridaje fue estupendo, la burbuja resaltó la canela y en general los sabores del postre.
Todo un descubrimiento la cocina de Kike Piñeiro y, por supuesto, las posibilidades que ofrecen los vinos de la D.O. Catalunya. Como siempre un placer volver a encontrarnos con Clara Dalmau, Anton Castellà, Xavier Pié y Sole Insua, que trabajan día con día por dar a conocer los vinos de esta denominación de origen.