España tiene 131 regiones vinícolas diferentes, de las que 90 se reconocen como Denominaciones de Origen Protegidas (D.O.P.) y 41 son Indicaciones Geográficas Protegidas (I.G.P.). Esta diversidad enriquece la oferta de vinos, aunque no todas las denominaciones cuentan con la suficiente fuerza para dar a conocer sus vinos.