España tiene 131 regiones vinícolas diferentes, de las que 90 se reconocen como Denominaciones de Origen Protegidas (D.O.P.) y 41 son Indicaciones Geográficas Protegidas (I.G.P.). Esta diversidad enriquece la oferta de vinos, aunque no todas las denominaciones cuentan con la suficiente fuerza para dar a conocer sus vinos.
El empresario José Luis Hernández, conocedor de la situación a la que se enfrentan las pequeñas D.O. en cuanto a la promoción de sus vinos, decidió dar un paso al frente y creó el proyecto ‘Pequeñas D.O.’s’ de la mano de un grupo de profesionales del sector. El objetivo es impulsar aquellas regiones vinícolas dentro de la categoría D.O.P. con un menor tamaño. El proyecto recoge un total de 59 regiones, todas ellas encuadradas en alguna de las 4 categorías más altas de la pirámide de calidad de los vinos de España.
«Una de las grandes ventajas que tenemos los bebedores de vino que vivimos en España, es, no solo la calidad, sino también la variedad de vinos, regiones y variedades de uva que podemos encontrar en nuestro país», apunta José Luis durante una entrevista con Vínica.
Dentro de estas pequeñas regiones y en la categoría más alta de la pirámide están los Vinos de Pago (VP), de las que se recogen 14 zonas vinícolas. En el siguiente escalón de la pirámide se encuentra la categoría Denominación de Origen Calidad (D.O.Ca) que contiene a la D.O.Ca de Priorat. En el tercer escalón tenemos a las Denominaciones de Origen (D.O.’s), con un total de 37 regiones con características propias. Finalmente en el cuarto escalón están los Vinos de Calidad (V.C.), que incluyen 7 regiones.
De acuerdo con Hernández, para que una región productora de vino en España se considere como Pequeña D.O. tiene que cumplir dos requisitos básicos: «en primer lugar debe de estar encuadrada en alguna de las 4 categorías más altas de la pirámide de calidad de los vinos españoles -no se consideran ni los Vinos de la Tierra, ni los Vinos de Mesa- y por otra parte, hemos seleccionado un criterio de cantidad de botellas producidas por esa D.O.P en la anualidad 2013-2014. Siguiendo los datos que pública el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAGRAMA) se han seleccionado todas aquellas regiones productoras que en esa anualidad embotellaran menos de 2,5 millones de botellas».
Su proyecto, al agrupar un total de 59 regiones productoras de vinos, representa a casi la totalidad de las comunidades autónomas españolas (a excepción de La Rioja y Cantabria) y un total de 30 provincias. «Resulta curioso observar cómo la Comunidad de Castilla La Mancha, tradicionalmente asociada a grandes regiones vinícolas como La Mancha o Valdepeñas, tiene un total de 13 Pequeñas D.O. en su territorio, siendo también curioso observar cómo la provincia de Tenerife, poco asociada entre los consumidores a la producción de vinos, recoge un total de 8 Pequeñas D.O., cinco de las cuales están en la propia isla de Tenerife», asegura José Luis.
Según datos recogidos por el MAGRAMA en el período 2013-2014, la producción total de los vinos elaborados en estas pequeñas regiones vinícolas representan entorno a los 420.000 Hl. lo que supone algo menos del 5% del total del vino producido por las regiones consideradas como D.O.P.