Lo primero que debes saber es que tanto a los catadores profesionales como a los aficionados les une una pasión común: disfrutar del vino. Así que, más allá de los pasos que te vamos a recomendar que sigas en una cata, lo importante es que el vino te guste y lo tomes en buena compañía.
Las fases de una cata:
1. Fase visual.
EL TRUCO DE LA SERVILLETA. El aspecto del vino dice mucho de él. Para apreciar bien el color es importante utilizar una superficie blanca (puede ser una servilleta o una hoja de papel) y poner el fondo blanco tras la copa para ver bien el vino. Entre otras cosas verás la limpieza del vino, la intensidad del color, el tono, etc.
INCLINA LA COPA. Esto te permitirá observar bien el color y los matices del borde de la copa.
SOSTÉN LA COPA POR EL PIE Y MIRA HACIA ABAJO. Esto se hace para ver bien el vino justo antes de girarlo.
GIRA EL VINO. Debes hacer girar el vino en la copa, luego sostenla a la altura de los ojos y mira las lágrimas o piernas (que no es otra cosa que el vino que escurre por el interior de la copa), si se pegan mucho a las paredes o no, para evaluar su consistencia, saber si es un vino glicérico o cuál es su contenido alcohólico. La presencia de lágrimas suele indicar que el vino posee un mayor contenido alcohólico que el que no las tiene.
2. Fase olfativa.
TRAS GIRAR LA COPA. Inhala los aromas, concentra tu atención en ellos y en lo que te recuerdan. La memoria olfativa puede ser distinta dependiendo de tu origen. Por ejemplo, en España es complicado que a alguien le huela un vino a papaya ya que no es una fruta muy común. Por eso es importante confiar en ti mismo y pensar en lo que te evoca.
Los catadores profesionales encuentran aromas primarios (de la variedad de uva), secundarios (producto de la fermentación y de la transformación del ácido málico en láctico) y terciarios (de la crianza en barrica y en botella). No es necesario que te aprendas los términos técnicos que utilizan los sumilleres sino que entiendas que cada vino tiene su aroma y, por lo tanto, conozcas tus gustos.
3. Fase gustativa.
RETEN UN SORBO EN LA BOCA. Deja que recorra la boca y aspira un poco para sentir sus aromas en la nariz, así como para oxigenarlo. Concéntrate y piensa cómo sientes el vino en la boca, puede que lo encuentres ácido, dulce, salado o amargo y tras esto, imagina qué te evoca ese vino, si te parece que está pulido o no, si tiene aristas, si es complejo o fácil de beber, si al terminar el trago su sabor permanece en la boca poco tiempo o mucho (postgusto).
Como te aconsejamos en el paso anterior, no necesitas dominar la terminología de cata sino utilizar las fases de la cata para conocer tus gustos, por ejemplo, si te gustan con aromas florales o especiados, si te gustan más ácidos, astringentes o redondos.
Es importante que recuerdes que las copas de vino se sostienen por el tallo, para no alterar la temperatura del líquido.
Esperamos haberte ayudado. Con estos simples consejos cualquier aficionado puede conseguir entender mucho más del vino haciendo caso a sus sentidos.
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