Con una edición limitada de 2,987 botellas, hace unos años la bodega Javier Sanz Viticultor lanzó al mercado la añada 2011 de un vino de la variedad verdejo con crianza sobre lías y uvas procedentes de cepas prefiloxéricas de más de 150 años. Este domingo hemos tenido la posibilidad de catarlo y el resultado ha sido magnífico.
La historia data de 1863, cuando se registró el viñedo familiar de Pago de Saltamontes, compuesto de 2,27 hectáreas de cepas que sobrevivieron a la filoxera. Precisamente de allí el nombre ‘V 1863 Verdejo sobre lías’.
La añada 2011, catada en agosto de 2016, presenta un hermoso color dorado con reflejos verdosos, en nariz es limpio, con aromas a hierba y a fruta blanca madura, con una mineralidad muy acusada. En boca resulta muy glicérico, con esa cremosidad caractística que le aporta la crianza sobre lías (7 meses). Es intenso, de postgusto medio, con una acidez perfectamente integrada por el paso de los años. Nos vienen inmediatamente recuerdos de campo, de jugosa fruta, un auténtico placer para el paladar.
Es un vino al que los años le han aportado una buena dosis de complejidad, que merece la pena ser abierto con anticipación para que alcance su plenitud. Ideal para platos de verano con cierta contundencia, como una buena ensaladilla, por ejemplo. Se trata de un blanco para disfrutar a unos 9 o 10 grados con el objeto de percibir sus diversos matices. Tras un día abierto y conservado en buenas condiciones el vino muestra todo su potencial y despliega completamente su elegancia.
No ocultamos que es una añada difícil de conseguir, ya que la costumbre de consumir todos los blancos al poco tiempo de su salida al mercado hace complicado que se conserven en las estanterías de las tiendas de vinos. Nosotros tuvimos suerte y no lo pensamos dos veces. Enhorabuena para Javier Sanz Viticultor, uno de los artífices del renacimiento de la uva Verdejo.